LOS TRABAJADORES AGRÍCOLAS SON ESENCIALES PARA EL BIENESTAR DE OREGON
Los trabajadores agrícolas de Oregón se aseguran de que nuestras familias estén sanas y bien alimentadas. Su arduo trabajo es esencial para nuestra economía. Ellos merecen ser pagados por cada hora de su trabajo esencial, difícil y peligroso. Sin embargo, en 2020, mientras ellos trabajaban durante incendios forestales y tormentas de hielo, los trabajadores agrícolas de Oregón ganaron, en promedio, menos de $20,000 al año.
LOS EMPLEADORES Y DUEÑOS DE GRANJAS PRONTO ENFRENTARÁN UNA FALTA DE TRABAJADORES
Washington y California ya tienen leyes de horas extras para trabajadores agrícolas. Si no les pagamos lo que se merecen, los trabajadores agrícolas llevarán su trabajo a donde sean mejor compensados, dejando atrás las granjas de Oregón. Para seguir siendo competitivos, los dueños y empleadores de Oregón tienen que pagar las horas extra. Esta ley también ayudará a esos agricultores, haciendo que la transición sea lo más fácil posible.
UNA HISTORIA DE RACISMO Y EXCLUSIÓN
La Ley Federal de Normas Laborales (FLSA, por sus siglas en inglés) de 1938 no garantiza el pago de horas extras para los trabajadores agrícolas. La exclusión de los trabajadores agrícolas es parte de un legado vergonzoso de racismo que inicialmente trató de perjudicar a los 85% de los afroamericanos del sur que eran trabajadores agrícolas en la década de 1930.
Hoy, la mayoría de los trabajadores agrícolas son latinos e indígenas. El excluir a los trabajadores agrícolas de este beneficio estaba mal en 1938 y todavía está mal hoy. Los legisladores de Oregón tienen la oportunidad de poner fin a esta exclusión racista y extender el pago de horas extras para nuestros trabajadores agrícolas esenciales.